Joan Miró
Mujer, pájaro y estrella (Homenaje a Picasso)

La pintura de los últimos años de Joan Miró destaca por su interés en un proceso pictórico fluido con el material como protagonista. Femmes VI [Mujeres VI, 1969] es la última obra de una serie de 1969 titulada Femmes et oiseaux [Mujeres y pájaros]. En esta pintura, muestra de la calidad desbordante del arte de Miró, son fundamentales la expresión del trazo, donde adopta un tipo de ejecución rápida, y la sutileza y profundidad en el uso del color; elementos característicos de este período coetáneo a la expansión del expresionismo abstracto norteamericano. El pintor, sin renunciar a su identidad como maestro indiscutible de la modernidad, mantiene aquí su universo simbólico y un lenguaje pictórico extremadamente libre, heredero de sus trabajos de los primeros años del surrealismo, cuando definió y amplió todas las capacidades expresivas y poéticas de la pintura.
Femmes VI muestra el dinamismo con el que Miró integra diferentes materias y procesos. Conviven en este pequeño lienzo el trazo, el difuminado y la pincelada fluida sobre una tela cruda, sin preparación, de modo que permite ver pequeños dibujos a grafito, que son reminiscencias de su obra de los años 20. La reutilización de un lienzo antiguo podría contener una consciente y sutil referencia a su pasado como un clásico del siglo XX, en un período en el que, de nuevo, se apostaba por forzar los límites de la pintura en el panorama internacional.
En esta obra, Miró utiliza gran variedad de formas y planos que le permiten crear una composición muy rica en matices. Destaca la amplia gama de blancos y los diferentes modos de aplicar la pintura, desde el dripping a los pequeños toques de color aplicados con brocha. De este modo, llena toda la superficie de elementos y calidades pictóricas, dejando muy poco espacio libre en la composición.
En una primera fase, el artista utiliza el color blanco para definir los planos y crear una composición que matiza y enriquece con nuevas capas de pintura. También utiliza un dibujo en seco para perfilar las diferentes formas que conectan unos espacios con otros; y añade elementos nuevos, como sus características estrellas, tapadas parcialmente en las fases sucesivas.
Posteriormente, inserta nuevas formas en la composición con largas pinceladas negras que se superponen sobre la base inicial. A la hora de aplicar el color se observa cómo algunas manchas parecen estar aplicadas con los gruesos pinceles de paja que el artista tenía en su taller y con los que pintó otras obras como Tríptico azul (1961).
Otro elemento que se repite en algunas de sus obras es esa intensa y brillante mancha blanca que se observa en los márgenes de la composición y que se puede apreciar también en otras obras suyas como Mosaic, pintada tres años antes.
La exposición de la pintura a la luz ultravioleta refleja cómo los diferentes tipos de pintura utilizada, sus materiales constitutivos y el proceso de envejecimiento responden a esta radiación.
Dentro de la gama de blancos se puede observar una fluorescencia diferente según las propiedades y características de todos ellos. Llama la atención la fluorescencia del pequeño cerco que se observa alrededor de algunas pinceladas y gotas de pintura, un fenómeno que podría estar provocado por la composición y características de la pintura al ser aplicada.
A través de la fotografía infrarroja es posible confirmar ciertos aspectos del proceso pictórico. Al disminuir el poder cubriente de algunas capas de pintura, en función de su espesor y composición química, es posible observar cómo el grafito pasa por debajo de algunas pinceladas, algo que se puede observar más claramente en el azul cobalto y el verde cromo.
La radiografía permite observar todos los estratos de pintura superpuestos en una única imagen. De este modo, se puede apreciar cómo las áreas de color blanco pasan por debajo de las pinceladas negras que tapan parcialmente esa composición inicial y la manera de realizar las grandes manchas insistiendo en los contornos.
Esta técnica sirve además para detectar ciertas correcciones o modificaciones en la composición. En la zona central se observan unos elementos muy definidos realizados en la primera fase del proceso, que fueron tapados finalmente con una mancha negra. También se aprecian pequeñas variaciones en las áreas negras, donde el artista enfatiza las pinceladas alargándolas en algunos casos para modificar la composición o ampliando el trazo para darle un mayor protagonismo a la pincelada.